Las tendinitis suponen en la práctica
clínica una patología bastante frecuente, por ello es relevante que nos
sumerjamos en este tema.
Me gustaría recordar que la fisioterapia tiene un papel fundamental en la prevención de la cronificación de este problema.
Me gustaría recordar que la fisioterapia tiene un papel fundamental en la prevención de la cronificación de este problema.
- Síntomas:
Además de los síntomas dolorosos y los
problemas funcionales debidos a la inflamación en esta patología se
pueden producir una rotura parcial o total del tendón. En ocasiones esta
rotura se origina a causa de una deficiente vascularización
consecuencia del progresivo envejecimiento de los tejidos (tendinosis) o
por microtraumatismos
- Causas:
- Realización de un incorrecto gesto deportivo
- Disfunciones metabólicas, mala hidratación.
- Alteraciones físicas, como desviaciones en algún segmento corporal , o disfunciones posturales.
- Traumatismos, movimientos repetitivos, sobreesfuerzos.
- No realizar un calentamiento adecuado antes de un ejercicio o de un esfuerzo
- En función de región del tendón que esté inflamada denominaremos la patología de diferente forma:
- Entesitis, o tendinitis de la inserción: Denominamos así a la inflamación de la inserción del tendón en el periostio.
- Miotendinitis: Son los casos en los que la afectación inflamatoria se localice entre la unión musculo tendón.
- Tenosinovitis: Es la afectación de la vaina del tendón que en muchas ocasiones va acompañada de derrame de líquido
- Tenobursitis: Se produce cuando en la inflamación se afecta la bolsa serosa
- Aunque muchas veces se diagnostica
tendinitis, sin especificar el origen de la patología el dolor suele
estar más localizado en alguna zona ( indicándolos el origen de la
inflamación)
- Tratamiento:
Durante los procesos agudos:
Recomendaremos reposo con acortamiento del tendón con ayuda de alguna
ortesis, crioterapia, reeducación de los gestos que han podido originar
el problema, antiinflamatorios, electroterapia analgésica.
Cuando el proceso sea subagudo:
Podremos comenzar con estiramientos, cyriax, fibrólisis diacutánea,
ultrasonidos (siempre y cuando no exista riesgo de rotura),
termoterapia, láser, magnetoterapia.
Fase de recuperación:
Se realizan ejercicios isométricos, ejercicios excéntricos,
autoestiramientos para que realice antes y después de un esfuerzo,
propiocepción y readaptación progresiva al deporte.
A lo largo de la evolución del
tratamiento nos podemos encontrar con tendinitis nodulares como
consecuencia del proceso de cicatrización del tejido.
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